Páginas locales Liahona México agosto 2016

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Aprender y Enseñar a la manera del Señor

En esta edición presentamos los cambios en la enseñanza que la Iglesia actualmente promueve a fin de que podamos seguir el modelo establecido por el Maestro de maestros: Jesucristo. Nuestro Padre Celestial nos envió a la Tierra a fin de que progresemos y nos preparemos para llegar a Su presencia. Todos somos maestros de alguna u otra manera, así que nos ha llamado a ayudarle en esa ardua y gratificante labor.

El nuevo modelo enfatiza la importancia del consejo de maestros de las clases de la Iglesia a fin de aprender juntos. Jesucristo declaró: “Yo soy el camino[1]”. Al meditar en la vida de Él y en las oportunidades que usted tiene de enseñar, descubrirá que la manera de convertirse en un maestro eficiente es llegar a ser más como el Salvador.

Cuando enseñamos como el Señor, podemos ayudar a otros a aprender y a progresar por sí mismos. Los principios que se encuentran en el manual Enseñar a la manera del Salvador son tan sencillos que cada uno de nosotros puede seguirlos y a la vez tan poderosos para cambiar el corazón y venir a Cristo.

Enseñar a la manera del Salvador
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RESPUESTAS DE LOS LÍDERES LOCALES

Élder Nic olás Castañeda Ruiz
Élder Nic
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olás Castañeda Ruiz

Setenta de Área México

Setenta de
Área México

¿Aprenderemos y enseñaremos a la manera del Señor?

¿Aprenderemos y enseñaremos a la manera del Señor?

Al referirse al apresuramiento de la obra, el Élder Bednar preguntó: “¿Mantendremos el paso del Señor? ¿Insistiremos en que se hagan las cosas como siempre se han hecho o de la manera en que estamos acostumbrados a hacerlas? ¿Aprenderemos y enseñaremos a la manera del Señor? ¿Aprenderemos, nos arrepentiremos, cambiaremos y enseñaremos de manera más efectiva a la manera del Señor? ¿Estaremos tan inmersos en las tradiciones y patrones del pasado que no podremos mantener el  paso del apresuramiento del Señor?”1.       

Cuando escuché esta admonición del Señor por medio de uno de Sus portavoces, me pregunté: ¿Qué es lo que el Señor desea que hagamos de manera personal y colectivamente como Iglesia en cuanto a la manera de aprender y enseñar el Evangelio? ¿Qué haremos como padres, líderes y maestros al respecto? Y al hacerlo: ¿Cuál será el resultado en el apresuramiento de Su Obra?

Al pensar en el Salvador y en Sus maravillosas enseñanzas, con frecuencia sentimos el deseo de escucharlo personalmente, sentir Su amor, llenar nuestra alma de fe y anhelo de seguirle. Sin embargo, El Salvador refiriéndose a estos los últimos días, acerca del establecimiento de Sión y sus estacas prometió: “Y todos tus hijos serán instruidos por el Señor; y grande será la paz de tus hijos”2.

La visión de los profetas

La visión de los profetas

En una capacitación para las Autoridades Generales el Élder Russell M. Ballard expresó: “Agradecemos  todo lo que han hecho y todo lo que harán  para lograr el objetivo primordial en todo esto y eso es fortalecer el testimonio individual, el amor del Padre Celestial y nuestro afecto y disponibilidad de servir al Señor Jesucristo; si podemos lograr eso en los días que parecen venir, eso sería lo más importante que posiblemente podríamos hacer ahora… Oramos para que tengan todas las bendiciones que necesitan para permanecer cerca del Evangelio para entender la doctrina, enseñarse uno al otro y aumentar su afecto y devoción además de su testimonio del Señor Jesucristo y Su misión”3.

Finalmente con profunda emoción el presidente Henry B. Eyring expresó: “Todo lo que tienen que hacer es recibir un poquito más de Su ayuda y recibir esa ayuda al nivel de aquellos individuos cualquiera que sea su circunstancia, testifico que iremos a un campo espiritual más alto”4.

 ¿Cuál es mi parte para aprender y enseñar a la manera del Señor?

 ¿Cuál es mi parte para aprender y enseñar a la manera del Señor?

La parte de quien enseña

La parte de quien enseña

La Primera Presidencia declaró: “La parte más importante del servicio que ustedes presten será su preparación espiritual diaria, que incluye la oración, el estudio de las Escrituras y la obediencia a los mandamientos. Los animamos a que se comprometan a vivir el Evangelio con mayor dedicación que nunca”5.  Cada vez que tengamos la oportunidad de enseñar preguntémonos “¿Qué diría el Salvador si Él estuviera enseñando esta clase hoy, y cómo lo diría?”6

La parte de quien aprende

La parte de quien aprende

En el mismo seminario el Élder Bednar dijo: “Un aprendiz que ejercita el albedrío y actúa de acuerdo a los principios correctos abre su corazón al Espíritu Santo –y por lo tanto invita Su enseñanza, poder testificador, y testimonio confirmatorio. Aprendiendo con y por la fe requiere el ejercicio espiritual, mental y físico y no solo la recepción pasiva. Este aprendizaje se extiende más allá de tan solo una comprensión cognitiva y la retención o el recordar información. Este aprendizaje, causa que nos despertemos en cuanto a Dios, que se despoje del hombre natural, un cambio en nuestros corazones, de ser convertidos al Señor y nunca alejarnos”7.

¿Qué haremos? Un modelo sencillo:

¿Qué haremos? Un modelo sencillo:

1.   Prepararse para aprender:

1.   Prepararse para aprender:

Como parte de la preparación para aprender, el maestro invita a leer, meditar y orar antes de llegar a la clase, entonces por el poder del Espíritu seremos enseñados mucho antes de que nos reunamos. Estaremos preparados apropiadamente para aprender durante la reunión.

2.    Interactuar para Edificar:

2.    Interactuar para Edificar:

El maestro actúa como facilitador, como mentor, y guía a los miembros de la clase.  Se prepara mediante la oración a fin de hacer preguntas inspiradas que faciliten el diálogo y el aprendizaje juntos.  “Jesucristo a menudo hacía preguntas para ayudar a las personas a meditar en los principios y [ponerlos en práctica]. Sus preguntas fomentaban la reflexión, la introspección y el compromiso”8. Esto ayudará para que todos seamos enseñados por el Espíritu al compartir los pensamientos y enseñarnos a la manera del Señor. Los alumnos tendrán mucho más interés que cuando solo les ofrecemos información entonces en cada lección el Maestro será el Espíritu.

3.   Invitar a Actuar:

3.   Invitar a Actuar:

Algo que logrará esta meta es una simple pregunta ¿Qué haremos con lo que hemos aprendido? “Una de las mejores formas de ayudar a las personas a hacer y a guardar compromisos es invitarlas a hacer compromisos. Las personas se convierten cuando cumplen los principios que aprenden (Juan 7:17) y sienten que el Espíritu les confirma que lo que están haciendo es agradable a la vista de su Padre Celestial”9.

Testifico que cada uno de nosotros tenemos el derecho de enseñar con poder y autoridad de Dios. Les prometo que al seguir estas enseñanzas y este modelo del Señor para enseñar, los cielos se abrirán, seremos instruidos por él, nuestro corazón y el de aquellos que enseñemos arderá constantemente,  nos elevará a un plano mayor de poder espiritual, seremos verdaderamente convertidos, la obra del Señor se hará a Su manera y la obra se apresurará.

NOTAS:

1 Seminario para presidentes de Misión 2014.

2 3 Nefi 22:13.

3 Capacitación de Líderes, Conferencia General octubre 2,2015.

4 Capacitación de Líderes, Conferencia General octubre 2,2015.

5 La Primera Presidencia, en Enseñar el Evangelio a la manera del Señor (Una guía para) Ven, Sígueme: Recursos de aprendizaje para jóvenes, 2012, pág. 2.

Enseñar el Evangelio a la manera del Señor
Ven, Sígueme: Recursos de aprendizaje para jóvenes

6 Enseñar con poder y autoridad de Dios, David M. McConkie Primer Consejero de la Presidencia General de la Escuela Dominical.

7 Seminario para presidentes de Misión 2014.

8 Predicad Mi Evangelio, pág. 198.

9 Predicad Mi Evangelio, pág. 198.

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RESPUESTAS DE AUTORIDADES GENERALES

Élder Jeffrey R. Holland
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Élder Jeffrey R. Holland

Del Quórum de los Doce Apóstoles

Del Quórum de los Doce Apóstoles

¿En qué consiste el nuevo modelo: Enseñar a la manera del Salvador?

¿En qué consiste el nuevo modelo: Enseñar a la manera del Salvador?

Hermanos y hermanas:

Agradezco hablar en nombre de la Primera Presidencia y del Quórum de los Doce, desde un lugar que considero sagrado: un salón de clase de la Iglesia, en donde enseñamos, testificamos y nos fortalecemos unos a otros. Aprender y enseñar el evangelio de Jesucristo empieza en el hogar, el cual debe ser el centro de aprendizaje.

¿De qué manera los maestros ayudan a los alumnos a tener experiencias espirituales?

¿De qué manera los maestros ayudan a los alumnos a tener experiencias espirituales?

¿Cómo lograr que lo que se enseña en la clase sea una réplica de lo que se vive en el hogar y viceversa?

¿Cómo lograr que lo que se enseña en la clase sea una réplica de lo que se vive en el hogar y viceversa?

Con esto en mente, presentamos el manual “Enseñar a la manera del Salvador”, el cual es un recurso destinado especialmente para aquellas personas cuyos llamamientos de la Iglesia les brindan oportunidades de enseñar, entre ellos los maestros de la Primaria, de la Escuela Dominical, de la Sociedad de Socorro, de las Mujeres Jóvenes y de los quórumes del Sacerdocio Aarónico y del Sacerdocio de Melquisedec, así como los líderes del sacerdocio y de las organizaciones auxiliares. Los principios que se describen aquí también pueden servir de ayuda a los padres, maestros y líderes de organizaciones auxiliares a enseñar en su familia.

Los maestros pueden estudiar este recurso por sí mismos para aprender cómo enseñar más eficazmente a la manera del Salvador, aunque también pueden valerse de él para dirigir análisis en noches de hogar, reuniones de presidencia, reuniones de consejo de barrio o estaca y en las reuniones mensuales de consejo de maestros.

¿Qué es el consejo de maestros?

¿Qué es el consejo de maestros?

Dicha reunión es para  tomar tiempo para el análisis inspirado y edificante, de acuerdo a sus necesidades locales, no es un curso que se deba completar en un determinado tiempo, sino que es una oportunidad para que los maestros compartan ideas, hablen de lo que funciona y expongan los problemas durante la enseñanza. Pueden explorar principios de enseñanza. Es una oportunidad para los maestros de tratar enfoques nuevos en un entorno sin riesgos. En esta reunión los maestros hallarán apoyo y aliento mutuos.

Hay tres principios básicos que rigen los consejos de maestros:

  1. Compartir y deliberar juntos

  2. Aprender juntos los principios de una enseñanza similar a la de Jesucristo

  3. Practicar e invitar

¿Quién dirige estas reuniones?

¿Quién dirige estas reuniones?

El consejo de barrio, con ayuda de la presidencia de la Escuela Dominical, supervisa las reuniones de consejo de maestros. En la mayoría de los casos, un miembro de la presidencia de la Escuela Dominical hace de líder del análisis durante las reuniones; ocasionalmente se podría asignar la dirección de estas reuniones a otros líderes del barrio.

Al concluir la reunión dedicamos un tiempo a analizar el principio que se abordará en la siguiente para que todos tomen un tiempo para prepararse. Al hacerlo les quedará más claro el porqué El Señor espera que enseñemos a Su manera.

Les amamos y confiamos en ustedes al haber sido llamados con el privilegio de enseñar el evangelio de Jesucristo. Recuerden las palabras del presidente Thomas S. Monson: “A quien El Señor llama, también prepara y capacita”[2] y cuando se está en la Obra del Señor se tiene derecho a Su Ayuda. Que el Señor les bendiga. No hay mayor privilegio que invitar a los hijos de Dios a venir a Cristo.

Apuntes tomados de la presentación del nuevo modelo Enseñar a la manera del Salvador, disponibles en sud.org.mx/recursos

Enseñar a la manera del Salvador,
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CONSEJOS DE MAESTROS EN CUAUTLA, MORELOS

Con el nuevo enfoque en la enseñanza se realiza una reunión mensual que se llama el “consejo de maestros”; en la que podemos nutrirnos con el apoyo y las experiencias de los maestros que se encuentran enseñando en todas las organizaciones auxiliares. El consejo de barrio preside el consejo de maestros y un miembro de la presidencia de la Escuela Dominical es el líder del análisis en esas reuniones. Un domingo al mes los maestros que imparten clases en la tercera hora de los horarios dominicales asisten al consejo en la segunda hora y viceversa. En algunos barrios de la Estaca Cuautla ya se ha puesto en marcha de manera exitosa este consejo de maestros.

El trabajar en consejos permite adaptar los principios del Evangelio de tal manera que las capacitaciones de los consejos se ajustan a las necesidades en la enseñanza de cada barrio. La hermana Tania García explica: “Cada pauta o tema que hemos visto me ayuda a perfeccionar mi clase y a recordar las cosas que necesito saber, en las reuniones comprendo mejor lo que necesitamos como maestros en nuestro barrio”.

Varios maestros sienten satisfacción y felicidad al saber que las clases son guiadas por el Espíritu, como nos comenta Orlando Alanda Lázaro: “Antes seguíamos al pie de la letra el manual. Ahora si algún hermano tiene dudas sobre algo, podemos enfocarnos en ese principio sin dejar la doctrina atrás. Así nosotros somos guías y por medio de las preguntas que formulemos para los alumnos ellos podrán descubrir y aprender. Estamos tratando de fomentar una relación basada en el interés, ya que tenemos el reto de ir a visitar a los que no asisten, meditamos y estudiamos las Escrituras como maestros para saber cómo traerlos a la Iglesia”.

Aldo Fernando Céspedes menciona la importancia de dar paso al Espíritu Santo en su labor como maestro: “Nos dimos cuenta de ciertos aspectos que olvidamos que eran los desafíos y problemas de los hermanos. Por medio de la guía del Espíritu, podemos saber qué es lo que necesitan y cómo ayudarles”; además la relación de maestro-alumno ha cambiado.  Se ha vuelto más personal y desinteresada.

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[1] Juan 14:6

[2] Thomas S. Monson, Liahona, julio 2013.

[3] Alma 12:9

[4] Isaías 48:17