Ciudad de México, 31 de mayo de 2025.- En un devocional dirigido a toda el área México, el élder D. Todd Christofferson, del Quórum de los Doce Apóstoles, enseñó que la ministración es velar por la Iglesia.
“La ministración es una de las razones por las cuales Jesucristo organizó su Iglesia, lo cual se puede resumir en cuatro palabras: velar por la Iglesia”.
“A lo largo de la historia hemos buscado maneras de velar por la Iglesia”, explicó el élder Christofferson. “En 2018 el profeta [Russell M. Nelson] presentó la visión de cuidar y velar por la Iglesia; de ministrar las necesidades espirituales y temporales de nuestro pueblo a la manera del Salvador, es decir como Él lo hace”.
El élder Christofferson enseñó que al ministrar no sólo estamos hablando de los principios del evangelio, sino que estamos viviendo la aplicación de dichos principios. Aunque ministrar es una parte esencial de vivir el evangelio de Jesucristo, también apoya todos los aspectos de la Obra de salvación y exaltación2. Por ello “las entrevistas de ministración3 son el andamiaje inspirado que sostiene nuestros esfuerzos por ministrar como lo haría el Salvador”.
Por ejemplo, la labor de las hermanas y hermanos ministrantes es ayudar a vivir el evangelio, cuidar de los necesitados, invitar a otros a aceptar el evangelio, que es parte de la obra de salvación y exaltación.
Las presidencias de Quórum de élderes y de la Sociedad de Socorro entrevistan en persona a los hermanos y hermanas ministrantes. “No es necesario que las entrevistas sean largas, pero deben realizarse en un entorno privado en el que el líder y los compañeros ministrantes puedan invitar al Espíritu al “deliberar sobre los puntos fuertes, las necesidades y los desafíos de las personas y las familias asignadas”4.
“Las entrevistas son el andamiaje inspirado; alivian la carga del líder. Con la información y el entendimiento obtenidos en las entrevistas de ministración, las presidencias de la Sociedad de Socorro y de Quórum, los obispados y el consejo de barrio pueden valerse de los recursos de la Iglesia… para encontrar soluciones inspiradas y evitar o disminuir los desafíos futuros.”
En la entrevista ponderamos cómo el consejo de Barrio y otros líderes deben y pueden ayudar. “Las hermanas y los hermanos ministrantes no deben tener todas las respuestas, ni tampoco las
presidencias de la Sociedad de Socorro o del Quórum de élderes. Potencialmente, pueden recurrir a otras personas y recursos del barrio, e incluso de la estaca, según sea necesario y apropiado”.
Elder Christofferson usó la escritura de la Biblia que dice: “Pues tampoco el cuerpo es un solo miembro, sino muchos. Pero ahora hay muchos miembros, aunque uno solo es el cuerpo... para que no haya división en el cuerpo, sino que todos los miembros se preocupen por igual los unos por los otros”.
“De manera que, si un miembro padece, todos los miembros padecen con él; y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.”5 Por lo tanto, si un miembro sufre, todos sufrimos; y si a un miembro se le honra, todos nos regocijamos, “somos el cuerpo de Cristo”, subrayó el élder Christofferson.
“La entrevista de ministración es una oportunidad perfecta para ministrar a los hermanos y las hermanas ministrantes, mostrarles amor y aprecio, enseñarles y alentarlos, y ayudarlos a crecer en su capacidad de recibir revelación y actuar de acuerdo con ella en su servicio”6.
“Cuando mostramos aprecio, interés y amor en la entrevista de ministración, animamos a los demás a aumentar su interés y amor por aquellos a quienes ministran. Al llevar el amor y el alivio de Jesucristo a los hermanos y a las hermanas ministrantes en las entrevistas de ministración, ellos se sentirán inclinados a ministrar a la manera del Salvador”, recalcó el élder Christofferson.
Finalmente agregó tres puntos basados en el Manual General que se deben tomar en cuenta en las entrevistas de ministración: hacerlo con amor y respetando la confidencialidad; la entrevista no sólo es abordar problemas, sino también hablar de cómo ayudar a las familias y las personas a continuar su progreso en la senda de los convenios, es decir, ayudarles para que se preparen para recibir ordenanzas y hacer convenios; analizar cómo sostenerlos en su llamamientos y cómo ayudarlos a participar en la Obra de salvación y exaltación. Los hermanos ministrantes y los líderes también pueden comunicarse entre sí en cualquier momento, fuera de las entrevistas de ministración.
“La clave para formar ministrantes eficaces es una entrevista de ministración amorosa y llena del espíritu.”
—————————————————————————————————————
[1] Russell M. Nelson, Ministrar, Conferencia General abril 2018
[2] Manual General: Servir en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días 1.2
[3] Manual General: Servir en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días 21.3
[4] ídem
[5] 1 Cor. 12:14-26
[6] Manual General : Servir en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días 21.3