Los misioneros mayores deberán portar gafete y vestir de acuerdo a las normas establecidas para una misión. El día de preparación se ajustará a lo que les indiquen sus líderes, no necesariamente los lunes.
Los misioneros mayores tienen la oportunidad de ser más autónomos, confiando en que sus decisiones serán acordes al espíritu misional. Incluso podrán recibir visitas ocasionales de sus familiares.

En situaciones de emergencia podrán visitar a sus familiares sin exceder 9 días, ya que a partir del décimo día serán relevados.
Al servir recibirán instrucciones de su presidente de misión, presidente del templo o autoridad asignada para supervisarlos.