Quizás el pilar de fe más básico e importante para los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, también conocidos como mormones, es la creencia en Dios, el Padre Eterno, Su Hijo, Jesucristo y el Espíritu Santo. Estos tres seres divinos crean lo que los miembros de la Iglesia llaman la Trinidad.
La mayoría de las iglesias cristianas creen que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son un solo ser. Sin embargo, los miembros de la Iglesia, creen que la Biblia enseña una doctrina diferente: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son tres seres divinos separados, que trabajan juntos en completa unidad de propósito y testimonio.
¿Qué es la Trinidad y de dónde proviene?
La doctrina formal de la Trinidad proviene del Credo de Nicea, el cual fue producido por el Concilio de Nicea, que era organizado y dirigido por el emperador romano Constantino en el año 325 d.C. Después de años de discusiones y muchas reuniones del concilio, se decidió el concepto de la Trinidad, convirtiéndose en la visión estándar para la mayoría de los cristianos modernos.
Por su lado, los miembros de la Iglesia de Jesucristo tienen una visión diferente basada en la historia bíblica. El Nuevo Testamento da muchos ejemplos de Dios, Jesús y el Espíritu Santo como tres personas separadas, incluyendo el bautizo de Jesús y la Oración Intercesora, entre otros.
Miembros de la Trinidad
Dios el Padre
Los miembros de la Iglesia creen en Dios, a quien a menudo se le llama en la doctrina, el Padre Celestial. Esta doctrina enseña que el Padre Celestial tiene un cuerpo de carne y hueso y que la humanidad fue creada a Su imagen. Además, antes de nacer en la tierra, todas las personas nacieron espiritualmente de padres celestiales, convirtiendo a Dios en el padre espiritual de toda la humanidad.
Jesucristo
Jesús fue el primer hijo espiritual nacido de Dios, por lo que se le menciona como el Primogénito en las escrituras. También es único por ser La persona que reclama a Dios como Su padre físico, así como biológico.
Jesús tuvo un cuerpo de carne y hueso durante Su vida terrenal, pero ahora tiene un cuerpo resucitado de carne y hueso como Su Padre.
Cristo es el Creador de la tierra y el Salvador de la humanidad. Él expió los pecados de todas las personas en el Jardín de Getsemaní y posteriormente, fue crucificado y resucitado tres días después. Este milagroso evento hace posible que todas las personas se arrepientan de sus pecados, permitiéndoles ser dignos de vivir con Dios y con Jesús después de que termine su vida mortal.
El Espíritu Santo
El Espíritu Santo es el tercer miembro de la Trinidad y el único sin cuerpo físico. Su propósito es servir como testigo de la verdad, específicamente de Jesús y Su papel como el Salvador. También sirve como un consolador y una guía.
Recursos adicionales
Haz clic aquí para leer una charla del líder de la Iglesia Jeffrey R. Holland, en la que describe por qué los miembros de la Iglesia creen en este concepto de Trinidad y cómo las Escrituras testifican que Dios el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son tres seres separados y divinos.
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