Servir como misionero de servicio

Servir como misionero de servicio

Alemán Morales quería servir en una misión, pero tenía problemas de salud que preocupaban a sus padres. Aun así, le permitieron enviar una solicitud para la misión. Después de hacerlo su presidente de estaca se puso en contacto con él, y le dijo que el departamento misional le estaba sugiriendo una misión de servicio.
Al principio, Alemán estaba decepcionado por esto. 'Pensé que eso no era realmente una misión. Pensé que no iba a poder irme de mi casa a algún lugar como Colombia o Guadalajara', dijo.
El élder Morales ha sido misionero de servicio durante tres meses y está feliz de haber aceptado el llamado. Actuar como especialista en tecnología para su estaca y supervisar el instituto y el seminario se encuentran entre las asignaciones que se le han dado como parte de su misión.
“Ahora que estoy apartado como misionero puedo ver más claramente las necesidades que hay en una estaca”.

Nací para ser misionera
Aceptar el llamado a una misión de servicio no fue difícil para Abish San Martin. 'He visto que yo nací para ser una misionera de servicio', comenta. La Hermana San Martín enseña una clase de autosuficiencia e Instituto de verano. También es voluntaria en el DIF y está aprendiendo lenguaje de señas para enseñar lecciones a un nuevo miembro que es sordo. Esto es parte de lo que hace que las misiones de servicio sean tan especiales: las asignaciones que se dan a cada misionero se adaptan a sus talentos y habilidades.

Otro ejemplo es el del élder Ovelm Olave y la hermana Limna Flores quienes sirven en sus templos locales. Además, el élder Olave trabaja en la tienda del templo y ayuda en una fundación para niños con cáncer; y la hermana Flores ayuda con la historia familiar y, a veces, acompaña a los misioneros proselitistas.

Servicio

Cada uno de estos jóvenes está trabajando para cumplir con el propósito de las misiones de servicio, que es ayudar a llevar a otros a Cristo sirviéndoles como Él lo haría.
'He aprendido que el Senior nunca me deja solo y el me ayuda buscar personas o buscar formas de servir', dijo el élder Olave.
Los misioneros de servicio y sus familias reciben bendiciones al igual que los misioneros proselitistas y sus familias.
“Desde que comencé he visto un cambio muy grande en mi espíritu,” dijo la hermana Flores. “En mi familia he visto grandes milagros. En mi casa hay una misionera. Antes no, ahora hacemos noche de hogar y somos más unidos.”
La hermana San Martín hizo eco de esto señalando: 'el servicio ha cambiado mi vida de una manera exponencial que no podría haberse hecho de otra manera. Realmente los misioneros de servicio son los manos de Dios sobre la Tierra.'