Mi parte
Personal y familiar
El Libro de Mormón fue escrito para el resto de la casa de Israel para que yo conozca los convenios y las promesas que el Señor ha hecho a mí y a mi familia; y para convencernos de que Jesús es el Cristo, el Eterno Dios. Buscaré y aprenderé cuáles son las bendiciones que me han sido prometidas en el Libro de Mormón, fijaré metas específicas para obtenerlas y daré informes de mi progreso.
Estudiar
Durante este año escudriñaré continuamente las enseñanzas de Jesucristo en el Libro de Mormón, identificando las promesas y profecías hechas a mí como parte de la casa de Israel y que se están cumpliendo en estos últimos días. Reflexionaré sobre los convenios que el Señor hizo con mis antepasados para saber que no somos desechados para siempre (1 Nefi 15:13-14; Helamán 15:12-13), y en lo que tengo que hacer para convertirme ahora en un verdadero discípulo de Jesucristo para poder recibir ahora las bendiciones prometidas.
Fijar metas específicas
A partir de mi estudio y comprensión del Libro de Mormón, fijaré metas específicas para hacer cambios en mi vida. Escribiré las metas y las colocaré en un lugar visible para recordarlas constantemente. Ejemplos de metas son: “Enviaré a uno de mis contactos en facebook un mensaje inspirador del Libro de Mormón”, o “Cuando ayune cada mes, invitaré a un amigo a ayunar conmigo”.
Dar informes
Compartiré a menudo mis metas y logros con una persona de confianza (mi cónyuge, un familiar, líder o amigo). El momento ideal para reflexionar, fijar metas y compartir logros es durante mi estudio personal diario, la Noche de Hogar y el consejo familiar. Meditaré y daré un informe de mi progreso al Señor durante mi oración personal y al participar de la Santa Cena cada semana; esos momentos también son apropiados para pedir al Señor Su inspiración y fortaleza.