Aumentaré mi fe al aplicar en mi vida diaria los principios del Plan de Área, al estudiar áreas de mejora, fijar metas específicas y dar informes de mi progreso.
La verdadera doctrina, cuando se entiende, cambia la actitud y el comportamiento.
Al estudiar, meditaré en preguntas como: ¿por qué el Señor reveló este principio?, ¿cómo puedo aplicarlo en mi vida y en la de mi familia para gozar plenamente de las bendiciones prometidas?
Mantendré un registro de lo que aprenda y en oración y consejo con mi Padre Celestial, mi familia y otras personas de confianza, tomaré decisiones sobre los aspectos que necesito mejorar en mi vida.
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Recursos iniciales: La Guía de Estudio de las Escrituras, el Manual 2: Administración de la Iglesia y las palabras de los profetas en la Liahona, lds.org y sud.org.mx/plan.
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Principios a estudiar: autosuficiencia, ayuno, bienestar, consagración, convenio, día de reposo, diezmo, Jesucristo (tomar sobre nosotros Su nombre), ofrenda, sacrificios, Santa Cena, servicio, entre otros.
A partir de mi estudio y comprensión, fijaré metas específicas para hacer cambios en mi vida. Escribiré las metas y las colocaré en un lugar visible para recordarlas constantemente. Ejemplos de metas: “Ayunaré cada mes del año con un propósito específico y daré una ofrenda generosa de $xxx (especificar un monto)”; o, “cada mes enseñaré a una persona sobre el día de reposo y la invitaré a asistir a una reunión sacramental conmigo”.
Para conservar el ánimo de lograr mis metas, las compartiré con una persona de confianza (mi cónyuge, un familiar, líder o amigo) y le daré un informe mensual de mi progreso. A medida que transcurra el año, ajustaré mis metas o fijaré algunas nuevas conforme estudie áreas adicionales de mejora.
El momento ideal para estudiar y fijar metas es durante mi estudio personal diario, la Noche de Hogar y el consejo familiar. El momento para meditar y dar un informe de mi progreso al Señor es durante mi oración personal y al participar de la Santa Cena cada semana; esos momentos también son apropiados para pedir al Señor Su fortaleza y ayuda.
