Pioneros de México 

Archivo histórico de la Iglesia

El inagotable defensor de la Iglesia en México. Fue un hombre autodidacta, un misionero formidable, un administrador excelente y un gran defensor de los santos en México.

Amigo de los pueblos amerindios y rescatador de los santos del centro de México.

Siendo un recién converso y apartado como presidente de rama, invitó a muchos a estudiar y conocer el Evangelio haciendo que la rama creciera a pesar de la ausencia de misioneros debido a la Guerra Cristera.

Analfabeto y sin zapatos, a los veinticinco años tuvo su primer encuentro con la Iglesia. De inmediato obtuvo la confirmación de que el Señor lo había guiado y su conversión fue instantánea.

Un niño que nació en una humilde casa de Huautla de Jiménez Oaxaca y se convirtió en abogado, pero sobre todo un fiel poseedor del sacerdocio y el primer obispo del primer barrio de Toluca.

A finales de la década de 1950, fue detenido y amenazado en Toluca por un grupo de personas molestas por un anuncio que Cayetano mostraba en su taxi, el cual decía “¡Sea feliz! ¡Sea mormón!”.

El legado de Bertha Hidalgo Rojas y su esposo Alfonso López Sierra es un legado digno de ser contado: Siete hijos. Siete sumos sacerdotes. Sietes obispos. Siete misioneros.

Fotógrafo profesional, impresor y un empresario que a la mitad de su vida se convirtió a la Iglesia. Además de un ávido escritor de su diario: 2,600 páginas de manuscritos durante veintiocho años.